A estas alturas del siglo XXI no nos sorprende ver que estamos rodeados de nuevas tecnologías, a cada paso que damos a nuestro alrededor identificamos un medio tecnológico que nos proporciona un servicio, nos facilita una labor o simplemente nos entretiene y acompaña mientras realizamos cualquiera de nuestras actividades cotidianas. Vivimos en la sociedad de la información y la comunicación, una sociedad en la que el poder en todos los campos sociales radica en estar en posesión o tener conocimiento de la información necesaria y pertinente en cada momento.
En los últimos años se están imponiendo los medios digitales a los tradicionales debido a que alguna de sus características los hacen más eficaces en cuanto a cumplir con su objetivo y función.
Las TIC otorgan múltiples oportunidades y beneficios: favorecen las relaciones sociales, el aprendizaje cooperativo, el desarrollo de nuevas habilidades, nuevas formas de construcción del conocimiento y el desarrollo de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento. Esto debemos tenerlo muy en cuenta.
En el ámbito familiar, al reconocer la ventaja tecnológica que tiene la juventud, sobre los adultos, se abre un nuevo espacio de participación en la familia. Así las TIC, lejos de convertirse en un elemento de aislamiento, bien utilizadas podrían ser un canal de comunicación entre los miembros del hogar y no un motivo de disputa.
En el ámbito escolar, entre las posibles ventajas podemos mencionar que gracias a las TIC disponemos de un nuevo recurso en el aula para facilitar el aprendizaje de los alumnos y que constituye un medio motivador para ellos ya que consiguen captar la atención de los alumnos por más tiempo.
La labor del maestro se puede ver facilitada ya que si en sus clases utiliza las nuevas tecnologías puede utilizar recursos que le faciliten su trabajo, aunque también hay que indicar que el hecho de preparar las clases anteriormente utilizando los recursos tecnológicos puede ocupar mucho tiempo si no se tiene la habilidad suficiente.
Mi valoración sobre esta asignatura es muy positiva, ya que ha sido un aprendizaje significativo y útil en nuestro futuro como maestros. Lo único que reprocharía, es que deberíamos haberla cursado en el primer curso de carrera, ya que así podríamos haber sacado más partido en estos tres cursos a la asignatura.